La
tela es tan sugerente que sirve igualmente para viajar a los lejanos días de la
infancia o escapar a cualquier parte de nuestro maltratado mundo. Acabo de terminar esta sencilla bolsa. Mientras espero en la caja del super para pagar, le voy dando forma a unos patrones para un gran neceser de viaje. Sin apenas quererlo, me veo arrastrada por las imágenes mentales que gran viaje evoca.
En estos
momentos gran viaje sería recorrer pequeños pueblos del país, huyendo de la ciudad, del turisteo, de la infelicidad de lo civilizado y de la barbarie de
los telediarios: sólo campos de trigo a los lados de la carretera y la mirada
somnolienta tras las gafas de sol. Feliz semana
y feliz RUMS