sábado, 27 de junio de 2015

Ya Rayah


Hablo con una amiga por teléfono. Intento animarla. Hace un día espléndido.  El sol calienta los cristales y se refleja en la encimera. Ni una nube emborrona el cielo. Entonces por qué estar triste, porqué llorar? Si elegimos nuestra ropa, lo que comemos, los libros que leemos… Porqué no elegir entonces un estado de ánimo al levantarnos?. No estaría mal hacer Pilates para el alma, aquafitness para los días depres, spinning para los problemas, poolbike para el stress, cualquier actividad que inyecte positivismo.

En mi caso, dejo que aflore el lado práctico. Si estoy triste, duermo o pongo música. Primero, una canción triste para vaciarme de la pena hasta que no queda nada qué llorar. Luego, una alegre que propicie “el subidón” y lista para salir a la calle: vestido de tirantes, sandalias y mi bolso nuevo al hombro. Presiono el play, sonrío tras las gafas de sol y ajusto el paso a Ya Rayah {AQUÍ}. Definitivamente hace un día espléndido!!!




















domingo, 21 de junio de 2015

Hasta que las Ranas Críen Pelo

Salgo con Lola para su paseo y la lluvia nos obliga a refugiarnos en un portal. Las calles desérticas confirman que es domingo. No sé que tienen las tardes de domingo, pero la pereza invade la casa y el  cuerpo parece echar raíces en el sofá.




Lola mira como hipnotizada el reguero de agua que arrastra bolsas vacías de chuches. Las gotas hacen grandes pompas sobre la acera. No va a parar de llover en mucho rato. Según mi abuela, las pompas eran augurio de más lluvia. Mi abuela era una mujerona, sabia, gallega y con una visión muy práctica de la vida.  Me decía “Ayyy neniña, ti ves crecer a herba”. Tenía razón: soy un desastre con los números pero veo a través de las personas…





 Lola me toca con su morrito en la pierna y salgo de mi ensoñación. Es hora de volver a casa. Me espera un rico té y la colcha de Sara, pendiente de ajustar bordes y preparar el sándwich. Es para la hija de Mariví, una antigua compañera de trabajo que va a ser abuela en breve. El bebecito dormirá arrullado por las felices ranas aplicadas por Sara.







Llego al portal de casa con el chucho bajo el brazo. Parece que seguirá lloviendo “hasta que las ranas críen pelo



domingo, 14 de junio de 2015

Palabras Amables

Salía a pasear por el barrio y saludaba a todo el mundo. Siempre tenía una palabra amable en los labios y conocìa el nombre de todos los perros…  Son palabras de Arantxa recordando a un ser querido ya fallecido. Corren malos tiempos para los que nos gusta la vida tranquila, las relaciones cara a cara, la comida hecha con amor, los paseos por el campo, los trabajos artesanales y las palabras amables.






Una lluviosa mañana, hace unos domingos, terminé de acolchar el quilt de matrioskas. Cosí a máquina el remate y no me queda más que, puntada a puntada, finalizar el ribeteado. Buscaré un acogedor escenario dónde colocar la mantita y fotografiarla para el recuerdo.











No he parado de darle vueltas al comentario de Arantxa. Creo que, la falta de tiempo, es nuestro gran problema y lo que nos provoca grandes crispaciones y angustia.

24 horas – 7h sueño – 8h trabajo – 2h comidas – 3h “varios” (desplazamientos, gestiones, cocinar, limpiar)= 4 horas libres al día.  En esta cuenta de la vieja, he dejado fuera, el tiempo dedicado a los hijos, pareja, y a nosotras mismas. Si realizara la misma operación con los gastos mensuales, probablemente llegaría a la conclusión de que las hipotecas son el gran vampiro de la economía familiar. Trabajo e hipoteca: los grandes engaños. Mejor no pensarlo… o tal vez sí…?