lunes, 25 de noviembre de 2013

El Zoco de Soledad

El miércoles pasado volví a la Cueva de Alí-Babá de Sole, para asistir al curso “Identifica las Fibras Textiles” {aquí}. Estos cursos, los realiza periódicamente y son recomendables para cualquier amante de los tejidos. Como decía… nos reunió a las cuatro en torno a una mesa repleta de mullidas bolsas y no paró de repartir muestras para quemar y posteriormente clasificar. Sí, he dicho quemar pero no contaré más… Digamos que ha sido lo más parecido a una cata de vinos.



Las tres horas pasaron volando, sin otro reloj que el del estómago. Nos despedimos con la agradable e interesante perspectiva de una segunda parte: “Ligamentos básicos de tejidos” y lanzándole a Sole, la propuesta de incluir un coffee-break o comida. Aunque si por pedir fuera, preferiría una siesta entre los vellones de oveja. Y nada de Churras, me quedo con los de las más suaves Merinas.






Además, en una estantería descubrí unas telas de patchwork muy rebajadas. No pude evitarlo y... compré. Cada vez poso los ojos en unas piezas de tela bonitas y pulcramente dobladas, me siento como un ludópata en Las Vegas. El proceso de transformarlas en pequeñas o grandes labores, comienza en el mismo momento que las veo…


El pasado mes de Octubre, se celebraron las jornadas Europeas de Patrimonio de la Diputación de Bizkaia en las que Sole también participó. Me apenó no poder asistir, pero ha prometido que si formamos un grupito de al menos 8 personas, hará una visita extra y especial.
Gracias Sole! Espero volver pronto.


lunes, 18 de noviembre de 2013

Deseos de Color

Esta pasada semana han germinado las semillas de las malas noticias así que me he visto obligada a ponerme a salvo de semejante tormenta. He buscado refugio en la manta-cojín de vivos colores y en el libro de Gregoire Delacourt, “La lista de mis deseos



Los colores de las telas me recuerdan que siempre que llueve escampa, y la manta luce bonita y brillante como un arco iris. Las telas de Holland Fabric House eran insuficientes, por lo que me vi obligada a hacer un casting en las estanterías. La ganadora, con sus arbolitos y pájaros de ojos redondos e inocente mirada, combina estupendamente con la verde pradera de lunares.



Sólo resta envolverla en papel de seda a la espera de volar estrellas, pájaros y arbolitos, a su destino final: la cuna de la bebita de un familiar que nacerá en un lejano país. Aunque suene a principio de un cuento, es la famosa Crisis la que les obliga al traslado y si sigo por esos derroteros, esto pasará de cuentito, a crónica de actualidad.





Por eso, cierro recomendando “La lista de mis deseos”. En general, las contraportadas pobladas de críticas compradas de afamados escritores o respetables periódicos internacionales me predisponen negativamente. Pero el libro, me ha ganado por la normalidad y humanidad del personaje. Su vida es tan corriente, sencilla y poco glamourosa, como la de cualquier mujer de a pie, que no vive en un perpetuo episodio de “Sexo en Nueva York”. Glamour sí… pero con medida.


lunes, 11 de noviembre de 2013

Nunca es tarde...

Ahora que estamos en pleno otoño, he terminado por fin la bolsa para las toallas de playa. Es por eso que digo, “nunca es tarde si la dicha (o bolsa en este caso) es buena”.


Ayer, según le respondía con un refrán a un compañero de trabajo, me vino una ráfaga-recuerdo de Joaquín Calvo Sotelo y su programa “La bolsa de los refranes”.
Tuve que remontarme a la Prehistoria de la Televisión para encontrar alguna pista del año de emisión. Yo tenía 10 años, corría el año 77 y me sorprendo, porque recuerdo perfectamente su cara de “señor mayor” y los dibujos de Mingote. 
Era como oír hablar a mi abuela: “Neniiita, no hay mucho que no falte ni poco que no sobre”. Ella hubiera sido un excelente ministro de economía: sensata, realista, con carácter, sin gomina y con escasos pelos en la lengua…


En mis planes está,  hacer una Corona Navideña para la puerta de entrada. Esta misma tarde me pongo con ello, porque mejor “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Aunque, si finalmente la acabo después de Reyes, alegaré que “más vale tarde que nunca”. Y como seguramente nos pasa a todas parecido, me conformaré pensando que “mal de muchos, consuelo de tontos”.




lunes, 4 de noviembre de 2013

Primeros Planos

Llega un mail de Pili: un powerpoint con maravillosas fotos macro de flores e insectos. Me gustan tanto esos planos cortos, en los que el objetivo de la cámara parece rozar la flor cubierta de gotas de rocío...

Bajo la influencia del French Breakfast Tea de Carmen y las magdalenas que horneé ayer, llego a la extemporánea conclusión de que el asunto tiene que ver con mi idea de “perfección”.


Me explico… el objetivo se centra completamente en el objeto haciendo desaparecer el entorno y con él, cualquier molestia visual. El acercamiento al objeto realza su belleza al poner de manifiesto detalles que el ojo no capta a simple vista. Uff! qué llevará este té…?

Abro otro correo y aparece un fantástico collage de Pili dedicado a su madre. Tiene alma de artista y aunque el patchwork le venía un poco pequeño sigue haciendo trabajos como esta manta de telas recicladas para el coche de su hija. Quedará genial en el asiento trasero…


Se hacen mayores y entristece ver el inevitable deterioro de los años que pasan. Como a la mamá de Pili, a mi madre y a sus hermanas, los años y la vida se les han echado encima. Prefiero recordarlas sentadas alrededor de una mesa compartiendo recuerdos de juventud, bailes y anécdotas familiares.



Tiempo de tomarme otro té y terminar la manta-cojín que va a ser tan alegre y divertida como las carcajadas de mis picaronas tías o la sonrisa con ángel de la mamá de Pili.