lunes, 16 de diciembre de 2013

Mail from Lanzarote

Acabar de acolchar mis Retales Sorpresa entrará en el capítulo de buenos propósitos para el próximo año. Con el lío de las últimas semanas, incluso se me ha olvidado enviar las felicitaciones de Navidad.



La primera vez que oí en boca de un amigo argentino: "el lenguaje construye la realidad, flaca" me pareció un tanto exagerado pero leyendo un correo de mi tocaya Esther me lo replanteo...

Sus palabras destilan dulzura y cariño. Hasta sus hadas hechas con lana multicolor, son reflejo de su lenguaje y forma de ser. Aquí, en el norte, somos parcos tanto en el lenguaje como en los gestos. Pero bajo esa capa de aparente indiferencia aliñada con una pizca de hosquedad, somos tan mullidos como un cojín de fino plumón.

Cuando mi marido lee lo que escribo, opina temeroso: "suena ñoño". Pero yo me alegro, porque siento que me he desprendido de la corteza dura y además... ¿qué importancia podría tener?. Es por ello que cierro esta entrada y adopto la despedida de Esther, haciendo de sus palabras postal navideña y feliz deseo para el Año Nuevo: Adios linda, mil besos y mil flores




lunes, 9 de diciembre de 2013

Afecto y Ausencia

Cuelgo el teléfono y pongo en el equipo “Ausencia”, de Cesaria Evora {aquí}. Una melancólica canción, perfecta para ovillarse bajo la manta en el sofá. Sin otra luz que la de unas velas, estoy a salvo de la lluvia que repiquetea en los cristales.



“…y nunca más la ausencia sería nuestra realidad. Pero sólo en mis pensamientos puedo viajar sin miedo. Y mi libertad la tengo sólo en mis sueños. En mis sueños soy fuerte, y tengo tu protección, tengo tu cariño y tu sonrisa…” 

Pienso en el afecto y en su ausencia. Acabo de hablar con una amiga que desespera en la falta de soluciones, en la frustración de lo que no llega, en el tiempo desaprovechado, en el preguntarse infructuosamente ¿por qué?. Y los “por qués” echan raíces, impidiendo el avance hacia futuros menos aciagos.



Me preparo una taza de té. Hago un paquete con el perro de lunares rosa que cosí para ella y lo acompaño del CD Christmas de Michael Bublé {aquí}. Anoto la dirección, esperando que el pequeño regalo, hecho con mucho amor, alivie lágrimas y preocupaciones. Estoy convencida de que el afecto, mejora la autoestima y disuelve muchos “por qués” sin respuesta. 






Vuelvo a mi taza de té. Ojala supiera leer el futuro en los posos pero la Naturaleza no me dotó de semejante don. Me conformaré con el rico aroma del té negro aromatizado con naranja y chocolate. Una combinación muy navideña regalo de Carmen. 








lunes, 2 de diciembre de 2013

El Espíritu de las Navidades Pasadas

Mañana de sábado: me levanto temprano como de costumbre y pongo rumbo al desayuno. Al pasar por el salón veo terminadas mis coronas navideñas. Aunque la idea inicial era bien distinta, me gusta improvisar sobre la marcha, y éste es el resultado final:







Mediodía de sábado: en la entrada del supermercado, un voluntario solicita alimentos básicos para el Banco de Alimentos. Nuestros menús navideños, se caracterizan por lo frugal, sencillo e imaginativo. Aún así, arrastré el carro entre las estanterías rebosantes de turrones, mazapanes y demás delicias tradicionales, sintiéndome culpable. Deposité nuestra contribución en una de las grandes cajas de cartón en las que se amontonaban kilos de arroz, pasta, legumbres y aceite. Emocionaba ver la solidaridad de los clientes.
La casa  nos recibió caliente como un abrazo, y a medida que colocaba paquetes, tabletas, botellas, bricks y latas en las estanterías de la despensa, se me escapaban suspiros de agradecimiento.


Tarde de sábado: relleno mis arbolitos de Navidad deseando que el Espíritu de las Navidades Pasadas visite a políticos, economistas, banqueros y directivos de agencias internacionales de calificación. Aunque… siempre nos quedará París y una buena guillotina.